1. Capacidad: ¿Cuántos datos necesita almacenar? Este es el factor más directo. Considere sus necesidades de almacenamiento actuales y futuras:sistema operativo, aplicaciones, juegos, documentos, fotos, videos, etc. Elija una capacidad que proporcione un margen cómodo para el crecimiento.
2. Velocidad (RPM e interfaz): La velocidad de HDD está determinada por su velocidad de rotación (RPM - Revoluciones por minuto) y la interfaz (por ejemplo, SATA, SAS). RPM más altas (típicamente 7200 RPM frente a 5400 rpm) significa un acceso de datos más rápido, lo que lleva a tiempos de carga más rápidos para aplicaciones y archivos. La interfaz también afecta la velocidad; Las interfaces más nuevas como SATA III ofrecen tasas de transferencia más rápidas que las más antiguas. Si bien la velocidad es importante, el impacto depende de su caso de uso; Un impulso más lento puede ser suficiente para uso general, pero las velocidades más rápidas son beneficiosas para tareas exigentes como la edición de video.
3. Fiabilidad (Garantía y MTBF): Los HDD son dispositivos mecánicos y propensos a la falla. Considere el período de garantía del fabricante (las garantías más largas generalmente indican una mayor confianza en la confiabilidad) y el tiempo medio entre las fallas (MTBF), lo que indica la vida útil promedio de la unidad. Un MTBF más alto sugiere una mayor confiabilidad. Además, la investigación de la reputación de confiabilidad del fabricante:algunas marcas funcionan constantemente mejor que otras.