2. Las microcomputadoras tempranas fueron increíblemente caras por sus capacidades limitadas. Si bien los precios cayeron dramáticamente con el tiempo, el Altair 8800 original, por ejemplo, costó $ 397 en forma de kit (que requiere ensamblaje) en 1975, una suma significativa en ese momento. Esto limitó su accesibilidad a los aficionados y los primeros usuarios.
3. El desarrollo de microcomputadoras estimuló la creación de industrias completamente nuevas. No solo condujo al mercado masivo de computadoras personales que conocemos hoy, sino que también alimentó los avances en el desarrollo de software, la fabricación de semiconductores, las redes y los innumerables otros campos relacionados. El impacto se extendió mucho más allá de solo calcularse.