Aspectos evolutivos: Las computadoras se basaron en tecnologías existentes como el ábaco, las calculadoras mecánicas y los primeros dispositivos electrónicos. El desarrollo fue incremental, y cada generación mejoró la anterior en términos de velocidad, tamaño, consumo de energía y capacidades. Esta progresión gradual se alinea con la definición de evolución.
Aspectos revolucionarios: Sin embargo, el impacto de las computadoras fue transformador y sin precedentes. Cambiaron fundamentalmente cómo trabajamos, comunicamos, vivimos e incluso pensamos. El cambio de analógico a digital, el aumento de Internet y la automatización de innumerables tareas representan una ruptura radical de las épocas anteriores. Este cambio profundo y rápido se alinea con la definición de una revolución.
Por lo tanto, es más preciso describir la introducción de las computadoras como una evolución revolucionaria , o un proceso que involucró tanto avances graduales como cambios repentinos y transformadores.