* Utilización de recursos: Los programas unidos a CPU consumen constantemente ciclos de CPU. Los programas de E/O, por otro lado, pasan una parte significativa de su tiempo esperando que las operaciones de E/S (por ejemplo, acceso a disco, solicitudes de red) completen. Si el planificador no se diferencia, podría asignar el mismo tiempo a ambos, lo que lleva a la subutilización de la CPU mientras el programa de E/S espera. Un programador inteligente puede cambiar a un programa diferente de CPU durante el tiempo de espera de E/S, maximizando el uso de la CPU.
* capacidad de respuesta y justicia: Un sistema con solo programas unidos a CPU en ejecución podría no responder porque ningún otro programa tiene la oportunidad de ejecutarse. Si se prioriza un programa de E/S de manera similar, podría acaparar la CPU mientras se espera E/S, lo que afecta la capacidad de respuesta general del sistema. La distinción permite una programación más justa, asegurando que los programas de E/S tengan la oportunidad de completar sus operaciones de E/S sin retrasar indebidamente otros programas.
* rendimiento: Al reconocer los tiempos de espera de E/S, el programador puede mejorar significativamente el rendimiento general del sistema. En lugar de dejar que un núcleo de CPU se quede inactivo mientras un proceso de E/S espera, el programador puede cambiar de contexto a otro proceso listo, especialmente uno unido a CPU. Esto maximiza el número de tareas completadas por unidad de tiempo.
* previsibilidad y rendimiento: Conocer la naturaleza de un proceso (unido a E/S o CPU) permite algoritmos de programación más sofisticados. Por ejemplo, un planificador puede usar un tiempo de tiempo más corto para tareas unidas a la CPU para evitar que monopolizen la CPU, al tiempo que permite cuantos más largos para tareas de E/S para evitar la sobrecarga excesiva del contexto. Esto conduce a un rendimiento más predecible y consistente.
En resumen, la distinción entre los programas de E/S con unidos y unidos a CPU permite al planificador optimizar la asignación de recursos, mejorar la capacidad de respuesta del sistema, mejorar el rendimiento y lograr un mejor rendimiento general del sistema. Sin esta distinción, el sistema sería mucho menos eficiente y potencialmente insensible.