* Consumo de energía: Las CPU que operan a frecuencias tan altas generarían un calor inmenso y requerirían grandes cantidades de potencia, lo que las hace poco prácticas para las aplicaciones de los consumidores e incluso la mayoría de los servidores.
* Velocidad del reloj vs. rendimiento: La velocidad del reloj (GHz) es solo un factor en el rendimiento de la CPU. Las CPU modernas utilizan técnicas como procesamiento de múltiples núcleos, procesamiento paralelo y conjuntos de instrucciones especializadas para lograr un alto rendimiento sin depender únicamente de altas velocidades de reloj.
* Límites físicos: Existen limitaciones físicas en qué tan rápido pueden cambiar los transistores. Incluso con técnicas de fabricación avanzadas, llegar a 200 GHz sería extremadamente difícil y costoso.
Tendencias actuales de la CPU:
* CPU múltiples: Las CPU modernas se centran en tener múltiples núcleos (procesadores) que se ejecutan a velocidades de reloj moderadas para un rendimiento eficiente.
* Arquitecturas especializadas: Algunas CPU están diseñadas para tareas específicas, como las GPU para la representación gráfica, y están optimizadas para esas tareas en lugar de la velocidad del reloj puro.
Si bien 200 GHz puede sonar impresionante, el enfoque en el desarrollo de la CPU está en la eficiencia, la multitarea y el rendimiento optimizado en lugar de simplemente perseguir velocidades de reloj más altas.