* Velocidad de procesamiento más lenta: Esto se traduce en tiempos de carga más largos para aplicaciones, capacidad de respuesta más lenta al multitarea y, en general, una experiencia de usuario menos fluida. Las tareas simples como la navegación pueden estar bien, pero las tareas exigentes como los juegos, la edición de video o la representación 3D sufrirán significativamente.
* Capacidades de multitarea limitada: Los procesadores baratos a menudo tienen menos núcleos y velocidades de reloj más bajas, lo que los hace luchar cuando ejecuta múltiples aplicaciones simultáneamente. Experimentarás más retraso y posibles accidentes.
* Mayor eficiencia de energía: Si bien no siempre es el caso, los procesadores más baratos pueden consumir más potencia en relación con su rendimiento en comparación con los modelos más caros y eficientes.
* Falta de a prueba de futuro: Un procesador barato probablemente se convertirá en un cuello de botella antes, lo que limita el potencial de actualización de su sistema en el futuro. Es posible que deba reemplazar todo el sistema antes que si hubiera invertido en un mejor procesador inicialmente.
Sin embargo, un procesador barato podría ser * suficiente * si sus necesidades son modestas. Si solo usa su computadora para tareas básicas como navegación web, correo electrónico y procesamiento de textos, un procesador más barato podría ser perfectamente adecuado y ahorrarle dinero.
En resumen:el precio es un reflejo del rendimiento. Un procesador barato será más lento y menos capaz que uno más caro. Si eso importa depende completamente de cómo pretenda usar su computadora.