* Velocidad y rendimiento: El hardware funciona en un nivel más bajo, más cerca de la electrónica física, lo que permite velocidades de procesamiento significativamente más rápidas y la ejecución de tareas en comparación con el software que se ejecuta en un procesador de uso general. Esto es especialmente cierto para las tareas computacionalmente intensivas.
* Seguridad: El hardware puede ofrecer características de seguridad mejoradas. Por ejemplo, los chips de cifrado de hardware ofrecen un mayor nivel de protección contra ataques basados en software que el cifrado de software solo. Los elementos seguros son ejemplos de hardware diseñados específicamente para operaciones seguras.
* Fiabilidad y determinismo: El comportamiento del hardware es generalmente más predecible y menos propenso a los errores causados por errores o vulnerabilidades de software. El tiempo a menudo es más preciso y consistente.
* descarga de CPU/GPU: La aceleración de hardware descarga tareas de procesamiento de la Unidad Central de Procesamiento (CPU) o la Unidad de Procesamiento de Gráficos (GPU), liberando estos recursos para otras tareas y mejorando el rendimiento general del sistema. Esto es crucial para tareas como la codificación/decodificación de video o los cálculos complejos.
* Acceso directo a recursos físicos: Los dispositivos de hardware tienen acceso directo a recursos físicos, como sensores, actuadores e interfaces de comunicación, que el software generalmente no puede acceder sin un intermediario.
* Eficiencia energética: El hardware especializado se puede diseñar para un consumo de energía óptimo, por lo que es crucial para los dispositivos con batería. Esto a menudo es mucho más eficiente que el software que emula la misma funcionalidad.
* Protección de datos: En algunos casos, el hardware puede ofrecer una mejor protección contra la pérdida de datos que el software. Por ejemplo, un controlador RAID de hardware protege contra las fallas de disco de manera más confiable que la incursión de software.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el hardware también tiene desventajas, como un costo inicial más alto, menos flexibilidad (más difícil de actualizar o cambiar la funcionalidad) y el potencial de daño físico. La mejor opción entre hardware y software depende de la aplicación específica y sus requisitos.