Para hacer que el texto impreso sea más legible, debe ajustar la configuración * antes de * Impresión:
* Configuración de documentos: El paso más importante es ajustar el contraste y la nitidez dentro del documento en sí * antes de * enviarlo a la impresora. Esto afectará la tinta real depositada en la página. Si está utilizando un procesador de textos como palabras o páginas, busque opciones en la vista previa de impresión o el menú "Configuración de página" para ajustar cosas como el tamaño de la fuente, el tipo de fuente (las fuentes serif generalmente son más legibles que Sans-Serif), espaciado de línea e incluso el color de fondo (fondo más ligero con texto más oscuro son mejores para la lectura). El software de edición de imágenes ofrece controles similares para imágenes si está imprimiendo imágenes con superposiciones de texto.
* Configuración de la impresora: El controlador de su impresora puede ofrecer opciones para ajustar la calidad de impresión, la oscuridad o el contraste. Marque la configuración de su impresora (a menudo accesible a través del cuadro de diálogo de impresión) para obtener opciones como "calidad de impresión", "oscuridad" o similar. Experimente para encontrar la configuración que produce la impresión más legible.
* Preferencias del sistema (macOS): Si bien no afectará directamente el contraste de impresión, asegurar que su configuración de visualización de MacOS esté correctamente calibrada (preferencias del sistema> Muestras) lo ayudará a obtener una vista previa con precisión de su documento antes de imprimir. Una pantalla mal calibrada podría llevarlo a hacer ajustes inapropiados en el documento en sí.
* Verifique su impresora: Asegúrese de que su impresora esté funcionando correctamente. Bajo tóner o tinta, o una impresora que necesita limpieza, puede provocar impresiones descoloridas o borrosas.
En resumen, concéntrese en el documento y la configuración de la impresora:el contraste de la pantalla es irrelevante para el producto impreso final.