* espacio de trabajo reducido: Un escritorio recto requiere que coloque sus monitores uno al lado del otro. Esto puede comer en el espacio de su escritorio utilizable para otros artículos como un teclado, mouse, bloc de notas, documentos o una lámpara. Es posible que te encuentres constantemente cambiando las cosas. Una forma de L le brinda más superficie general.
* Distancia de monitor/alcance: Dependiendo del tamaño de sus monitores y el ancho de su escritorio, llegar al segundo monitor puede ser incómodo e incómodo, especialmente para aquellos con espacio de escritorio limitado. Una forma de L permite una disposición más natural y ergonómica de los monitores.
* Potencial para la tensión del cuello: Con un escritorio recto y dos monitores uno al lado del otro, es posible que se encuentre constantemente girando la cabeza para mirar entre ellos. Esto puede conducir a la tensión del cuello y la fatiga con el tiempo. Una forma de L facilita una posición de visualización más central.
* menos separación de las áreas de trabajo: En un escritorio recto, todo está en fila. Una forma de L puede permitir una separación más deliberada de las zonas de trabajo. Por ejemplo, una sección podría ser para escribir y tomar notas, mientras que la otra contiene monitores y el teclado.
* Organización de escritorio limitada: La disposición lineal en un escritorio recto puede hacer que la organización de su espacio de trabajo sea más desafiante, lo que lleva al desorden y un entorno de trabajo menos eficiente. Una forma de L ofrece más potencial para áreas distintas para diferentes tareas y materiales.
En resumen, mientras que un escritorio recto * puede * acomodar dos monitores, un escritorio en forma de L a menudo proporciona un espacio de trabajo más ergonómico, cómodo y eficiente, especialmente para aquellos que necesitan más espacio para periféricos y prefieren una configuración más arreglada naturalmente.