Quad-SLI (SLI de cuatro vías, donde SLI es la tecnología multi-GPU de NVIDIA) fue una tecnología de una era pasada. La tecnología en sí, aunque técnicamente factible, sufrió varios inconvenientes importantes:
* Limitaciones de escala: Las ganancias de rendimiento al agregar más de dos GPU generalmente fueron mínimas y, a menudo, no justificaron el costo y la complejidad. El cuello de botella cambió de la GPU a otros componentes como la CPU, el ancho de banda de memoria y el bus PCIe.
* Consumo de energía y calor: Cuatro GPU de alta gama generaron una enorme cantidad de calor, que requiere soluciones de enfriamiento masivas. El consumo de energía también fue exorbitante.
* Problemas e inestabilidad del controlador: Las configuraciones de múltiples GPU, especialmente con cuatro tarjetas, eran notoriamente propensas a los problemas de los controladores y la inestabilidad.
* Costo: El costo de cuatro GPU de alta gama, junto con una placa base y una fuente de alimentación capaz de soportarlas, era astronómicamente alto.
Los juegos modernos y las aplicaciones profesionales dependen en gran medida de GPU de alta gama o, como máximo, configuraciones de doble GPU (aunque incluso las configuraciones de doble GPU se están volviendo menos comunes). Las ganancias de rendimiento de múltiples GPU a menudo son superadas por los desafíos mencionados anteriormente. La tecnología Crossfire de AMD (el equivalente al SLI de NVIDIA) también enfrentó limitaciones similares y está en gran medida desaparecido.
En lugar de múltiples GPU, los fabricantes se centran en GPU únicas y extremadamente potentes con grandes cantidades de VRAM y arquitecturas avanzadas para ofrecer el mejor rendimiento. Por lo tanto, la búsqueda de configuraciones Multi-GPU quad-SLI o similares es un callejón sin salida.