1. Calidad de imagen más nítida: La resolución nativa es la resolución que se diseñaron los componentes internos del monitor. A esta resolución, cada píxel en la pantalla corresponde a un píxel en el panel del monitor, lo que resulta en la imagen más precisa y nítida. Correr en cualquier otra resolución implicará escala e interpolación, lo que lleva a una imagen menos clara y potencialmente borrosa.
2. Mejor rendimiento: Cuando se ejecuta en su resolución nativa, los circuitos internos del monitor no necesitan trabajar tan duro para escalar o ajustar imágenes. Esto da como resultado un rendimiento más suave con menos tensión en la tarjeta gráfica, lo que lleva a tasas de actualización potencialmente más rápidas y menos retraso.
En esencia, la ejecución de la resolución nativa proporciona el equilibrio óptimo de claridad visual y rendimiento del sistema.