* Procesamiento de datos de gráficos: La tarjeta gráfica toma instrucciones de la CPU y las convierte en datos visuales que el monitor puede entender. Esto incluye tareas como representar modelos 3D, generar texturas y aplicar efectos visuales.
* Gestión de la salida de visualización: La tarjeta gráfica determina la resolución, la velocidad de actualización y la configuración de color de la pantalla. También administra cómo se envían las imágenes al monitor a través de una conexión como HDMI o Displayport.
* Acelerar el rendimiento de los gráficos: Las GPU modernas contienen procesadores especializados diseñados específicamente para el procesamiento de gráficos, acelerando significativamente las tareas de representación. Esto es crucial para un juego suave, edición de video y otras aplicaciones visualmente exigentes.
En pocas palabras: La tarjeta gráfica es el cerebro detrás de la salida visual que ve en su monitor, traduciendo datos complejos en las imágenes que disfruta.