El etiquetado blanco es una práctica común en la industria tecnológica y muchas empresas la utilizan para crear sus propios productos de marca. Por ejemplo, algunos fabricantes de computadoras pueden comprar placas base, procesadores, memoria y otros componentes de diferentes proveedores y luego ensamblarlos en una computadora de escritorio o portátil completa. Luego pueden marcar la computadora con su logotipo y venderla con su propia marca.
Hay varias razones por las que una empresa podría optar por comercializar piezas de computadora con marca blanca. Una razón es reducir costos. Al comprar componentes de diferentes proveedores, una empresa a menudo puede obtener un mejor precio que si los comprara todos a un solo proveedor. Otra razón es aumentar la flexibilidad. Al utilizar diferentes proveedores, una empresa puede personalizar más fácilmente sus productos para satisfacer las necesidades de sus clientes. Por último, el etiquetado blanco puede ayudar a una empresa a construir su propia identidad de marca y diferenciarse de sus competidores.
Es importante tener en cuenta que, si bien una empresa puede etiquetar piezas de computadora con etiqueta blanca, no puede reclamar derechos de propiedad intelectual sobre los componentes individuales. Los fabricantes originales de los componentes aún poseen las patentes y los derechos de autor de sus productos. El fabricante del sistema sólo puede reclamar derechos de propiedad intelectual sobre la configuración específica de los componentes que utiliza en sus productos.