Algunos argumentan que a las empresas de informática se les debería permitir poseer arquitectura de máquinas porque fomenta la innovación. Cuando las empresas tienen control sobre todo el conjunto, desde el hardware hasta el software, pueden optimizar más fácilmente sus productos y crear nuevas funciones. Esto puede conducir a computadoras más eficientes y potentes, lo que beneficia a los consumidores.
Otros argumentan que permitir que las empresas de informática sean propietarias de la arquitectura de sus máquinas puede conducir al monopolio. Si una sola empresa controla la mayor parte del mercado, puede fijar sus propios precios y sofocar la competencia. Esto puede generar precios más altos y menos innovación, lo que perjudica a los consumidores.
En última instancia, la cuestión de si se debería permitir a las empresas de informática poseer la arquitectura de sus máquinas es una cuestión de política pública. Hay argumentos válidos en ambos lados de la cuestión. Es importante sopesar cuidadosamente los posibles beneficios y riesgos antes de tomar una decisión.
En los Estados Unidos, no existen leyes que prohíban específicamente a las empresas de informática poseer arquitectura de máquina. Sin embargo, existen leyes antimonopolio que podrían utilizarse para desafiar a una empresa si se convirtiera en un monopolio. Además, el gobierno podría utilizar su poder regulatorio para imponer condiciones a las empresas de informática que poseen arquitectura de máquinas, como exigirles que concedan licencias de su tecnología a sus competidores.
En Europa, existen más restricciones para que las empresas de informática sean propietarias de arquitectura de máquinas. La Unión Europea (UE) tiene una ley de competencia que prohíbe a las empresas participar en comportamientos anticompetitivos. Además, la UE tiene una regulación que exige que las empresas de informática revelen información sobre la arquitectura de sus máquinas a sus competidores.
Los diferentes enfoques entre EE.UU. y la UE reflejan las diferentes perspectivas sobre la cuestión de las empresas informáticas propietarias de arquitectura de máquinas. En Estados Unidos se hace más hincapié en la libertad individual y el libre mercado. En la UE se hace más hincapié en la protección del consumidor y el interés público.
Es probable que el debate sobre las empresas de informática propietarias de la arquitectura de las máquinas continúe durante muchos años más. A medida que la tecnología siga evolucionando, también lo harán los argumentos a favor y en contra de permitir que las empresas de informática sean propietarias de este importante recurso.