Tener una silla de oficina con ruedas es una gran comodidad siempre y cuando esas ruedas funcionen correctamente. Con el tiempo las ruedas pueden obstruirse dañarse y ensuciarse y eso hará que rueden de forma errática o que no rueden en absoluto. Afortunadamente hay algunos pasos simples que los trabajadores de oficina pueden tomar para arreglar sus propias sillas y hacer que vuelvan a rodar.
Coloque la silla de lado para que las cuatro ruedas sean fácilmente visibles. Examine cada rueda en busca de signos de daño.
Llene un recipiente con una solución de detergente suave y agua tibia. Sumerge un paño limpio en esa solución y sosténgalo contra la rueda. Gire la rueda lentamente mientras sostiene el paño en su lugar. Continúe moviendo la rueda más allá del paño hasta que se haya eliminado toda la suciedad acumulada.
Use un hisopo de algodón para limpiar las partes difíciles de alcanzar de las ruedas de la silla. Sumerja los hisopos de algodón en la solución de detergente y agua y frote cuidadosamente todas las partes de las ruedas y las ruedas. Continúe limpiando esas áreas hasta que el bastoncillo de algodón salga limpio.
Saque las fibras de la alfombra o el pelo enredado de las ruedecillas con unas pinzas o tijeras de punta fina. Encienda una linterna al volante para asegurarse de que se hayan eliminado todos los bloqueos.
Elementos que necesitará
Silla de oficina
Tela suave
Detergente suave
Agua
Esponjas de algodón
Pinzas
Tijeras de punta fina
Linterna