Las características clave de un sistema de manejo de uso general generalmente incluyen:
* Programación: Creación y gestión de horarios de trabajo para empleados, considerando factores como habilidades, disponibilidad y carga de trabajo.
* Asignación de recursos: Hacer coincidir a las personas adecuadas con los trabajos correctos basados en calificaciones y requisitos.
* Prótesis de demanda: Predecir las necesidades futuras de personal basadas en datos históricos y cargas de trabajo proyectadas.
* Seguimiento de tiempo y asistencia: Registro de horas de trabajo de empleados, ausencias y solicitudes de licencia.
* Gestión del rendimiento: Seguimiento del rendimiento de los empleados e identificando áreas para mejorar.
* Informes y análisis: Generar informes sobre los niveles de personal, costos y eficiencia.
* Herramientas de comunicación: Facilitar la comunicación entre gerentes y empleados con respecto a los horarios y tareas.
En comparación con los sistemas especializados diseñados para, por ejemplo, solo hospitales o centros de llamadas, un sistema de propósito general es más adaptable. Sin embargo, esta flexibilidad podría significar que carece de la integración profunda y las características especializadas que un sistema de nicho podría ofrecer. La mejor opción depende de las necesidades específicas y la complejidad de la organización.