Intentar soluciones alternativas como el uso de puntos de restauración del sistema podría revertir parcialmente los cambios, pero no le dará un estado verdaderamente de "reinicio de fábrica". Dichos intentos solo pueden restaurar la configuración y las aplicaciones a un punto anterior, dejando los programas instalados y los datos del usuario (aunque potencialmente recuperables) intactos.
En resumen, su mejor opción es localizar el disco de instalación de Windows XP Pro o un disco de recuperación. Si no tiene tampoco, una instalación limpia de un medio de instalación de arranque (que deberá adquirir) es la alternativa más cercana para lograr un estado de reinicio de fábrica. Esto borrará todo en el disco duro, por lo que primero retrocede los datos importantes si es posible.