He aquí por qué:
* Completando procesos de instalación: Algunas instalaciones requieren un reinicio para aplicar completamente los cambios y registrar archivos nuevos. Reiniciar asegura que todo esté configurado correctamente.
* Asignación de recursos: Un reinicio borra la memoria del sistema y actualiza el sistema operativo, lo que permite a Office 2003 utilizar los recursos de manera más eficiente.
* Estabilidad y rendimiento: Un reinicio puede mejorar la estabilidad y el rendimiento del sistema al borrar archivos temporales y resolver conflictos potenciales que podrían surgir durante la instalación.
Sin embargo, si elige no reiniciar de inmediato, puede experimentar:
* Características faltantes: Algunas características de Office 2003 pueden no ser completamente funcionales hasta que se reinicie.
* Rendimiento lento: El sistema puede funcionar más lento debido a problemas de asignación de recursos.
* Errores potenciales: Los conflictos no resueltos durante la instalación pueden conducir a errores o bloqueos.
En resumen: Si bien no es estrictamente necesario, se recomienda reiniciar después de instalar Office 2003 para una experiencia más suave, un rendimiento óptimo y para evitar posibles problemas.