He aquí por qué:
* Capacidad de disquete: Los discos disquetes tienen una capacidad de almacenamiento extremadamente limitada (típicamente 1.44 MB). Incluso las versiones más pequeñas de las distribuciones de Mac OS X y Linux son demasiado grandes para caber en un disquete.
* Requisitos de recursos: Ambos sistemas operativos requieren recursos significativos, incluida la RAM, la potencia de procesamiento y el espacio de disco duro, que los discos de disquete no pueden proporcionar.
* Proceso de arranque: Los sistemas operativos modernos se basan en procesos de arranque complejos que implican acceder a archivos y datos almacenados en un disco duro. Los discos de disquete son simplemente demasiado limitados para manejar esto.
Soluciones alternativas:
* USB Flash Unidades: Puede usar unidades flash USB para crear instalaciones de arranque de Mac OS X y Linux.
* Máquinas virtuales: Puede ejecutar ambos sistemas operativos dentro de un entorno de máquina virtual en una computadora con recursos suficientes.
* CDS/DVDS en vivo: Algunas distribuciones de Linux ofrecen versiones "en vivo" que se pueden iniciar desde un CD o DVD, proporcionando un entorno de trabajo sin instalación.
En conclusión, si bien los discos de disquete alguna vez fueron comunes para instalar sistemas operativos, ya no son adecuados para sistemas operativos modernos como Mac OS X y Linux debido a su capacidad limitada y limitaciones tecnológicas.