Fue introducido en 2015 y ha sido la fuente estándar para MacOS e iOS desde entonces. Es una fuente altamente legible y versátil, diseñada específicamente para el uso en pantalla.
Si bien San Francisco es la fuente de interfaz principal, se pueden usar otras fuentes dependiendo de la aplicación o contexto específico. Por ejemplo, algunas aplicaciones pueden usar diferentes fuentes para menús, botones o elementos específicos.