1. El muelle: Esta característica icónica reemplazó el clásico menú de Apple y el muelle de la aplicación en la parte inferior de la pantalla. Proporcionó una forma dinámica y visualmente atractiva de lanzar aplicaciones, acceder a archivos de uso frecuente y cambiar entre programas abiertos.
2. Espacios (control de misión posterior): Esta característica permitió a los usuarios crear múltiples escritorios virtuales, proporcionando una forma más organizada y eficiente de administrar ventanas y aplicaciones abiertas. Los usuarios podrían cambiar entre espacios usando atajos de teclado o arrastrando Windows a diferentes espacios.
Si bien Mac OS 9 tenía algunos elementos de organización (como la capacidad de crear carpetas), el concepto de un entorno de escritorio verdaderamente integrado con estas características se introdujo con Mac OS X.