1. criptanálisis: Esto implica tratar de romper el cifrado analizando su estructura y propiedades sin conocer la clave. Esto se basa en explotar las debilidades en el diseño o implementación del algoritmo. Las técnicas incluyen análisis de frecuencia, ataques conocidos-medidos, ataques elegidos-medidos, ataques de texto-texto elegido y criptoanálisis diferencial/lineal.
2. Ataque de fuerza bruta: Esto implica probar sistemáticamente cada clave posible hasta que se encuentre la correcta. Esto es computacionalmente costoso y su viabilidad depende en gran medida de la longitud de la llave. Las teclas más cortas son vulnerables a los ataques de fuerza bruta más fácilmente que las teclas más largas.