El ataque más común librado contra los servidores web es el ataque de negación de servicio (DDoS) distribuido
. Si bien existen varios otros ataques (inyección de SQL, secuencias de comandos de sitios cruzados, etc.), los ataques DDoS son los más frecuentes debido a su relativa facilidad de ejecución y su capacidad para abrumar incluso servidores bien protegidos con gran volumen.