1. Malware:
* virus, gusanos, troyanos: Estos programas maliciosos se pueden descargar sin saberlo a través de sitios web infectados, anuncios maliciosos o descargas de manejo. Pueden robar datos, dañar archivos o tomar el control del sistema.
* ransomware: Cifra los archivos y exige un rescate para su lanzamiento. Se puede entregar a través de sitios web o archivos adjuntos maliciosos.
* spyware: Secretamente monitorea la actividad del usuario, recopilando información confidencial como contraseñas, detalles de la tarjeta de crédito e historial de navegación.
2. Exploits:
* Vulnerabilidades de software: Los atacantes pueden explotar los errores en el navegador o en los complementos (como Flash, Java) para obtener acceso al sistema. Las exploits de día cero son particularmente peligrosas ya que apuntan a vulnerabilidades desconocidas para los desarrolladores.
* Scripting de sitio cruzado (XSS): Inyecta scripts maliciosos en sitios web, permitiendo a los atacantes robar cookies, redirigir a los usuarios a sitios de phishing o realizar otras acciones maliciosas.
* Forgery de solicitud de sitio cruzado (CSRF): Engoca a los usuarios para realizar acciones no deseadas en un sitio web que ya están autenticados. Por ejemplo, hacer una transferencia no autorizada de fondos desde su cuenta bancaria.
* inyección SQL: Explota vulnerabilidades en aplicaciones web para manipular consultas de bases de datos, lo que puede permitir el acceso a datos confidenciales o control de la base de datos.
3. Phishing and Social Engineering:
* Sitios web de phishing: Sitios web falsos diseñados para parecerse a sitios legítimos (por ejemplo, bancos, plataformas de redes sociales) para engañar a los usuarios para que ingresen a sus credenciales.
* Phishing de lanza: Los ataques de phishing dirigidos se centraron en individuos u organizaciones específicas.
* Ingeniería social: Manipular a los usuarios para revelar información confidencial o realizar acciones que comprometan su seguridad.
4. Ataques de hombre-in-the-med (MITM):
* intercepta la comunicación entre el usuario y un sitio web: Esto le permite al atacante espiar la comunicación, robar datos o modificar el contenido. A menudo implica explotar redes inseguras de Wi-Fi.
5. Extensiones y complementos del navegador:
* Extensiones maliciosas: Las extensiones de fuentes no confiables pueden contener malware o recopilar datos del usuario sin permiso.
6. Descargas de manejo:
* Descarga de malware sin el consentimiento explícito del usuario: Esto a menudo sucede a través de vulnerabilidades en el navegador o complementos.
7. Ataques de negación de servicio (DOS):
* abrumar el navegador o servidor con tráfico, por lo que no está disponible para los usuarios legítimos. Esto es menos una amenaza para el navegador en sí y más una amenaza para los sitios web que accede a los que accede el navegador.
Estas amenazas destacan la importancia de mantener su navegador actualizado, utilizando contraseñas seguras, ser cauteloso al hacer clic en los enlaces y descargar archivos, y usar un software de seguridad de buena reputación. Conocer estas amenazas es el primer paso para protegerse en línea.