* Control de acceso: Las redes privadas restringen el acceso solo a usuarios autorizados. Esto generalmente se logra a través de cosas como nombres de usuario, contraseñas, restricciones de dirección IP y firewalls. Las redes públicas, por su naturaleza, están abiertas a cualquier persona dentro del alcance.
* Cifrado de datos: Las redes privadas a menudo emplean protocolos de cifrado para proteger los datos transmitidos a través de la red. Si bien algunas redes públicas pueden ofrecer cifrado (como HTTPS para el tráfico web), no está garantizado y asegurar todos los aspectos de la comunicación en una red pública es significativamente más desafiante.
* Monitoreo de seguridad: Las redes privadas son más fáciles de monitorear y administrar por infracciones de seguridad. Los administradores pueden implementar sistemas de detección de intrusos y otras medidas de seguridad para identificar y responder a las amenazas. Las redes públicas ofrecen poco control.
* Seguridad física: Se puede asegurar la infraestructura física de una red privada, limitando el acceso físico a los equipos y reduciendo el riesgo de manipulación. Los puntos de acceso público de Wi-Fi a menudo carecen de cualquier forma de seguridad física.
* Exposición de vulnerabilidad: Las redes públicas son inherentemente más vulnerables a ataques como ataques de hombre en el medio, escuchar a escondidas y malware. Las redes privadas, con medidas de seguridad adecuadas, reducen significativamente este riesgo.
En resumen, mientras que una red privada bien configurada aún requiere prácticas de seguridad sólidas, ofrece un nivel de seguridad muy superior en comparación con una red pública. El uso de una red pública siempre introduce un grado significativo de riesgo.