Ofuscación y escondite:
* Ofuscación de código: Alterar el código para que sea difícil de entender y analizar, lo que dificulta la detección de la intención maliciosa.
* esteganografía: Ocultar código malicioso dentro de archivos aparentemente inofensivos como imágenes, audio o video.
* Sitios web y dominios falsos: Creación de sitios web que se ven legítimos pero que en realidad se usan para robar datos o difundir malware.
* servidores VPN y proxy: Uso de VPN y servidores proxy para enmascarar su dirección y ubicación IP reales.
* Tor Network: Uso de la red Tor para ocultar su actividad en línea y dificultar rastrear su ubicación.
Ingeniería y engaño social:
* Phishing: Enviar correos electrónicos o mensajes que parecen ser de fuentes legítimas para engañar a las víctimas para revelar información confidencial o hacer clic en enlaces maliciosos.
* Pretexting: Creación de un escenario o historia falsa para obtener acceso a información confidencial.
* cebo: Ofreciendo ofertas o descargas atractivas que contienen malware.
* Ataques de orificio de riego: Se dirige a grupos u organizaciones específicas comprometiendo sitios web que visitan con frecuencia.
Técnicas avanzadas:
* Botnets: Uso de redes de computadoras comprometidas para llevar a cabo ataques y ocultar su verdadero origen.
* Expotes de día cero: Explotar las vulnerabilidades en el software antes de que se lanzen parches.
* Malware polimórfico: Malware que cambia constantemente su código para evitar la detección por el software antivirus.
* viviendo fuera de la tierra (lolbins): Uso de herramientas y scripts legítimos del sistema para fines maliciosos.
Otras estrategias:
* ataques de denegación de servicio (DDoS) distribuido: Inundando un servidor con tráfico para sobrecargarlo y hacerlo no disponible.
* ransomware: Cifrar datos y exigir el pago por su lanzamiento.
* Exfiltración de datos: Robar datos de una red comprometida y enviarlos a un servidor remoto.
* Cyberespionage: Dirigirse a gobiernos, empresas o individuos para robar información confidencial.
Es importante tener en cuenta que los cibercriminales evolucionan constantemente sus técnicas. Mantenerse informado sobre las últimas amenazas e implementar fuertes medidas de seguridad es crucial para protegerse a sí mismo y a su organización.