* segmentación y reensamblaje: Grandes cantidades de datos de la capa de aplicación se descomponen en segmentos más pequeños para la transmisión. El protocolo de transporte en el extremo receptor vuelve a ensamblar estos segmentos en el flujo de datos original.
* Gestión de la conexión (para protocolos orientados a la conexión como TCP): Esto implica establecer una conexión entre el remitente y el receptor antes de la transmisión de datos, administrar la conexión durante la transmisión y cerrar con gracia la conexión después. Esto incluye un apretón de manos de tres vías (Syn, Syn-Aack, ACK) para el establecimiento de conexión y un proceso similar para la terminación.
* Dirección: Mientras que la capa de red maneja las direcciones IP, la capa de transporte utiliza números de puerto para identificar aplicaciones o procesos específicos en los hosts de origen y destino. Esto permite que múltiples aplicaciones se ejecuten simultáneamente en la misma máquina y reciban sus respectivas flujos de datos.
* Control de flujo: Esto evita que un remitente rápido abrume un receptor lento. Implica mecanismos para regular la tasa de transmisión de datos en función de la capacidad del receptor. Las técnicas como las ventanas deslizantes se emplean comúnmente.
* Control de error (para protocolos orientados a la conexión como TCP, más rudimentarios en protocolos sin conexión como UDP): Esto garantiza la entrega de datos confiable. Implica técnicas como el reconocimiento (ACK) de segmentos de datos recibidos y retransmisión de segmentos perdidos o corruptos. Las sumas de verificación o CRC se utilizan para la detección de errores. UDP tiene un control de error mínimo, confiando en la capa de aplicación para manejar la confiabilidad si es necesario.
* Multiplexación y demultiplexación: La multiplexación permite que múltiples aplicaciones en un host compartan la misma conexión de red. El demultiplexing en el extremo receptor dirige los datos entrantes a la aplicación correcta en función de los números de puerto.
* Calidad de servicio (QoS): Algunos protocolos de transporte ofrecen características para priorizar ciertos tipos de tráfico de datos (por ejemplo, video en tiempo real) sobre otros. Esto a menudo implica mecanismos para reservar el ancho de banda o garantizar tasas de transmisión mínima. Esto es más frecuente en TCP que UDP.
En resumen, los protocolos de transporte cierran la brecha entre la necesidad de la capa de aplicación de transferencia de datos confiable y eficiente y la responsabilidad de la capa de red de enrutar paquetes de datos en las redes. La implementación específica de estos elementos varía entre diferentes protocolos (como TCP vs. UDP).