* Cifrado débil o obsoleto: El uso de protocolos de cifrado débiles o obsoletos deja la red vulnerable.
* Seguridad configurada incorrectamente: Incluso con un fuerte cifrado, las configuraciones erróneas pueden crear debilidades.
* Rango y fuerza de señal: Cuanto más lejos esté un dispositivo del enrutador, más débil es la señal, lo que hace que sea más fácil interceptar. Las señales también se pueden aumentar o interceptar con equipos especializados.
* ataques de hombre-in-the-meddle: Estos ataques pueden interceptar y manipular la comunicación entre dispositivos incluso con cifrado, si el atacante puede posicionarse de manera efectiva.
* Falta de actualizaciones y parches regulares: Los enrutadores y dispositivos inalámbricos necesitan actualizaciones regulares para parchear fallas de seguridad.
* Dispositivos comprometidos: Un dispositivo comprometido en la red puede exponer toda la red.
Si bien no es inherentemente * altamente * susceptible si se asegura adecuadamente, la naturaleza inherente de las señales de transmisión hace que las redes inalámbricas sean más vulnerables a la espía que las redes con cable, que requieren acceso físico a los cables para interceptar datos. El nivel de susceptibilidad depende en gran medida de las medidas de implementación y seguridad tomadas.