* estándares inalámbricos más rápidos: Los enrutadores más antiguos utilizan estándares más lentos como 802.11n o incluso 802.11g. Los enrutadores más nuevos admiten 802.11ac (Wi-Fi 5) o 802.11ax (Wi-Fi 6), e incluso el nuevo Wi-Fi 6E y Wi-Fi 7, ofreciendo velocidades máximas teóricas mucho más altas. Esto significa que se pueden transferir más datos por segundo.
* canales más amplios y múltiples bandas: Muchos enrutadores modernos admiten bandas de 2.4GHz y 5GHz. La banda de 5GHz ofrece menos congestión y velocidades más rápidas que la banda de 2.4GHz, pero tiene un rango más corto. Un buen enrutador administrará de manera inteligente los dispositivos en estas bandas para un rendimiento óptimo. Además, los canales más amplios (más ancho de banda) en ambas bandas se traducen en velocidades más rápidas, suponiendo que su proveedor de Internet y el plan lo admitan.
* Antenas y resistencia a la señal mejorados: Un mejor enrutador generalmente tiene mejores antenas, lo que resulta en una señal más fuerte y más confiable en todo su hogar. Una señal más fuerte significa menos conexiones caídas y velocidades más rápidas, especialmente en áreas más lejos del enrutador. Algunos enrutadores incluso emplean tecnología de formación de haz para enfocar la señal en sus dispositivos.
* Mu-Mimo y Ofdma: Estas tecnologías avanzadas permiten que el enrutador se comunique con múltiples dispositivos simultáneamente, en lugar de una a la vez. Esto mejora significativamente la eficiencia y las velocidades, especialmente en los hogares con muchos dispositivos conectados. Estas características son más comunes en los estándares Wi-Fi más nuevos (Wi-Fi 5 y 6).
* Mejor potencia de procesamiento: Un procesador más potente dentro del enrutador puede manejar más datos y conexiones simultáneamente, lo que lleva a un mejor rendimiento y menos retraso. Esto es particularmente importante para los hogares con muchos dispositivos domésticos inteligentes o cuando se transmiten videos de alta definición.
En resumen: Un mejor enrutador WiFi actúa como un mejor conducto para su conexión a Internet. No hace que su conexión a Internet sea más rápida de su ISP, pero permite que sus dispositivos reciban los datos de esa conexión de manera mucho más efectiva y a velocidades más altas. Si su velocidad de Internet es cuello de botella por su wifi, actualizar su enrutador puede mejorar drásticamente su velocidad de Internet percibida.