El módem es responsable de convertir la señal de su ISP (generalmente un cable o señal de fibra óptica) en una señal de Internet utilizable (como Ethernet o Coax). El enrutador, por otro lado, toma esa señal de Internet y crea una red Wi-Fi y administra conexiones dentro de su red doméstica. El enrutador necesita la señal de Internet del módem a la función.
Conectar el cable directamente al enrutador no dará como resultado acceso a Internet porque el enrutador no puede interpretar la señal sin procesar desde el ISP. El módem realiza una conversión inicial crucial antes de que el enrutador pueda hacer su trabajo.