* frecuencia: La frecuencia de la comunicación inalámbrica es crucial. Las frecuencias más altas (como las utilizadas por muchos estándares Wi-Fi más nuevos) tienen longitudes de onda más cortas y están más fácilmente atenuadas (debilitadas) por obstáculos como paredes y edificios. Las frecuencias más bajas (como las utilizadas por Wi-Fi más antiguas o algunos dispositivos de banda industriales/científicos/médicos (ISM)) pueden viajar aún más y penetrar mejor los obstáculos.
* ganancia de antena: Una antena de alta ganancia enfoca la señal en una dirección específica, aumentando significativamente su sensibilidad de recepción en esa dirección. Esto permite al adversario recoger señales más débiles que se perdería una antena omnidireccional típica.
* intensidad de la señal: La potencia de la señal inalámbrica que se transmite afecta directamente hasta dónde puede viajar y con qué facilidad se puede interceptar. Una señal débil es mucho más difícil de interceptar que una fuerte.
* Cifrado: Incluso si la señal se intercepta, el cifrado fuerte (como WPA3 para Wi-Fi o cifrado apropiado para otras tecnologías inalámbricas) hará que los datos interceptados no sean inteligibles sin la clave de descifrado.
* Obstrucciones físicas: Las paredes, edificios, árboles y otros obstáculos atenúan significativamente las señales inalámbricas. Cuantos más obstáculos entre el dispositivo de transmisión y la antena del adversario, más difícil será interceptar el tráfico.
* Distancia: Cuanto más lejos sea el adversario del equipo inalámbrico, más débil será la señal, lo que dificulta la intercepción.
* Tipo de antena y colocación: El tipo de antena utilizada (direccional versus omnidireccional) y su colocación afectará significativamente sus capacidades de recepción. Una antena direccional colocada estratégicamente puede lograr resultados mucho mejores que una omnidireccional colocada al azar.
En resumen:si bien es *posible *, no está garantizado. La probabilidad de intercepción exitosa depende en gran medida de la interacción de estos factores. Una señal fuerte, una antena de alta ganancia dirigida hábilmente, la falta de obstáculos significativos y el uso de la comunicación no cifrada aumentaría drásticamente la probabilidad de éxito. Por el contrario, el cifrado fuerte y/o las señales débiles hacen que la intercepción sea mucho más difícil, si no imposible, incluso con equipos sofisticados.