* Las tecnologías utilizadas: Un hombre puede usar cables de fibra óptica (que ofrece velocidades de gigabit o incluso terabit), tecnologías inalámbricas (como 802.11ax/wi-fi 6e, 5g o microondas), o una combinación de ambas. Cada tecnología tiene sus propias capacidades de velocidad.
* La infraestructura de red: La calidad del cableado, el número de dispositivos de red y el diseño general de la red impactan significativamente la velocidad. La congestión puede reducir severamente el rendimiento.
* Protocolos utilizados: Los diferentes protocolos de comunicación tienen diferentes gastos generales y eficiencia, lo que lleva a variaciones en las tasas de transmisión de datos efectivas.
* Distancia: La atenuación de la señal a largas distancias, especialmente en las redes inalámbricas, puede afectar las velocidades.
Por lo tanto, las velocidades del hombre pueden variar de unos pocos megabits por segundo (Mbps) a múltiples gigabits por segundo (GBP) , e incluso en el rango de terabits por segundo (TBP) con implementaciones avanzadas de fibra óptica. Es imposible dar un número definitivo sin conocer los detalles del hombre en cuestión.