* Cracking de contraseña: Uso de software o métodos de fuerza bruta para descubrir la contraseña de la red y obtener acceso.
* Usando un enrutador vulnerable: Explotar los defectos de seguridad conocidos en el firmware de un enrutador para obtener acceso sin necesidad de una contraseña.
* Piggybacking: Conectarse a una red abierta o sin garantía sin el permiso del propietario. Incluso si la red no está protegida con contraseña, usarla sin el conocimiento o el consentimiento del propietario todavía se considera la piratería.
* Uso de un punto de acceso Rogue: Configuración de un punto de acceso falso con un nombre similar a una red legítima para engañar a los usuarios para que se conecten. Esto permite que el perpetrador intercepte datos.
Las consecuencias de la piratería Wi-Fi pueden variar desde inconvenientes menores (velocidades lentas para los usuarios legítimos) hasta serias repercusiones legales, incluidas multas e incluso tiempo de cárcel, dependiendo de la jurisdicción y la naturaleza de la actividad. Si el autor usa la red para cometer otros delitos, como descargar material ilegal o participar en actividades ilícitas en línea, las sanciones serán significativamente más duras. El propietario de la red Wi-Fi también puede enfrentar problemas legales si no logran asegurar adecuadamente su red, dependiendo de las circunstancias.