El algoritmo de retroceso (generalmente un retroceso binario exponencial) introduce un retraso aleatorio antes de que cada dispositivo intente retransmitir. Esta aleatoriedad es crucial para prevenir colisiones persistentes. Si bien los dispositivos pueden tener tiempos de retroceso ligeramente diferentes, es completamente probabilístico qué dispositivo transmitirá con éxito primero. No hay un mecanismo de prioridad inherente horneado en el algoritmo en sí.