Aquí hay un desglose de la justificación detrás de las clases:
* Enrutamiento simplificado: Con un espacio de direcciones más pequeño por red, las tablas de enrutamiento eran mucho más pequeñas y más fáciles de administrar. Los enrutadores no necesitaban examinar tantos prefijos de red para determinar la red de destino.
* Asignación de tamaño de red: Las clases tenían la intención de asignar redes de diferentes tamaños a diferentes organizaciones en función de sus necesidades. Las redes de clase A se asignaron a organizaciones muy grandes (por ejemplo, los principales ISP nacionales), las organizaciones de clase B a medianas y clases C a organizaciones más pequeñas.
Sin embargo, este sistema tenía limitaciones significativas:
* Residuos de espacio de dirección: El tamaño fijo de las direcciones de red en cada clase condujo a un desperdicio de espacio de direcciones significativo. A una pequeña organización se le puede asignar una red de Clase C (254 hosts), incluso si solo necesitaban 10 hosts, dejando la gran mayoría de las direcciones sin usar. Por el contrario, una gran organización que superó su asignación de Clase B o incluso Clase A tuvo que solicitar redes adicionales y administrarlas por separado.
* Agotamiento de la dirección: El esquema de direccionamiento fijo finalmente se quedó sin direcciones, lo que llevó al desarrollo del enrutamiento entre dominios (CIDR) sin clases, que reemplazó el sistema de clase rígida.
En resumen, mientras que el direccionamiento clasificado inicialmente proporcionó una simplificación para el enrutamiento, su inflexibilidad y el desperdicio finalmente requirieron su reemplazo por el sistema CIDR más eficiente y flexible. El legado del sistema de clase permanece principalmente en contexto histórico y entendiendo las limitaciones que impulsaron la necesidad de CIDR.