Cuando Alejandro Magno consultó el Oráculo en Delphi, recibió una profecía bastante ambigua. La redacción exacta varía según la fuente, pero el mensaje central era que era
Invencible en la batalla Mientras se mantuviera fiel a sí mismo y no se extralimitar. La implicación, a menudo interpretada retrospectivamente, era que su arrogancia y ambición serían en última instancia su caída. La profecía no predecía explícitamente su muerte, pero la insinuó como consecuencia de sus acciones.