* Riesgos de seguridad: Una vez que se comparte una contraseña, pierde el control sobre ella. Cualquier persona con la contraseña podría acceder a la cuenta, potencialmente causando daño.
* Cuentas comprometidas: Si la persona con la que comparte la contraseña pierde su propio dispositivo o tiene su cuenta comprometida, su cuenta podría ser vulnerable.
* Fatiga de contraseña: Compartir contraseñas hace que sea más difícil realizar un seguimiento de ellas y aumenta la probabilidad de usar la misma contraseña en múltiples cuentas, lo cual es una gran vulnerabilidad de seguridad.
* Recuperación de cuenta: Muchos servicios tienen opciones de recuperación de cuentas incorporadas que son más seguras que compartir contraseñas.
Qué hacer en su lugar:
* Use un administrador de contraseñas: Los administradores de contraseñas almacenan sus contraseñas de forma segura y le permiten generar contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta.
* Concedir acceso temporal: Si absolutamente necesita a alguien para acceder a su cuenta, considere usar funciones de acceso temporal (si está disponible) ofrecidas por el servicio. Esto a menudo implica generar un código único o otorgar acceso por tiempo limitado.
* Acceso de delegado: Para el acceso recurrente, considere configurar una cuenta secundaria o delegar tareas administrativas a alguien en quien confíe.
* Use un documento compartido: Para compartir simple, use un documento protegido por contraseña para almacenar información en lugar de compartir la contraseña real.
Siempre priorice la seguridad sobre la conveniencia. Compartir contraseñas crea riesgos innecesarios y debe evitarse siempre que sea posible.