He aquí por qué:
* condensación: El mayor riesgo es la condensación. El aire cálido y húmedo se condensará en la superficie fría de su dispositivo, formando gotas de agua. Esta agua puede cortocircuitar componentes internos, lo que provoca daños irreversibles. Incluso si crees que el aire está seco, todavía habrá algo de humedad presente.
* Daño del componente: Muchos componentes en dispositivos electrónicos son sensibles al frío extremo. Los lubricantes en partes móviles (como los fanáticos, si están presentes) pueden volverse demasiado gruesos para funcionar correctamente. Los materiales pueden volverse frágiles y crack. El cambio de temperatura repentino también puede poner estrés en las juntas de soldadura y otras conexiones.
* Daño de la batería: El frío extremo afecta severamente el rendimiento de la batería y la vida útil. Las baterías de iones de litio, que son comunes en la mayoría de los dispositivos, son particularmente vulnerables a las temperaturas frías. No pueden cargar correctamente o incluso alimentar el dispositivo. En casos extremos, podrían dañarse fuera de reparación.
* Daño de la pantalla: Las pantallas de cristal líquido (LCD) y otras tecnologías de pantalla también pueden verse afectadas por un frío extremo. Pueden volverse insensibles o incluso crack.
En resumen, si bien el sobrecalentamiento es una preocupación, congelar su dispositivo es un riesgo mucho mayor. La mejor manera de evitar el sobrecalentamiento es usar el dispositivo de acuerdo con las recomendaciones del fabricante, garantizar una ventilación adecuada y evitar colocarlo en la luz solar directa u otros entornos de calor alto. Si le preocupa el sobrecalentamiento, considere una almohadilla de enfriamiento diseñada para dispositivos electrónicos. Estos son mucho más seguros que exponer su dispositivo a temperaturas sub-cero.