1. Arrancar en un modo de instalación diferente (basado en texto): Muchos instaladores ofrecen un modo basado en texto o una interfaz de línea de comandos. Esto evita los componentes gráficos que podrían estar causando la falla. Busque opciones como "Instalar en modo de texto", "Instalación experta" o similar durante el proceso de arranque.
2. Verifique su hardware (especialmente la tarjeta gráfica): Una tarjeta gráfica fallida o incompatible es una causa común de problemas gráficos del instalador. Prueba estas cosas:
* Actualice sus controladores de gráficos: Si es posible, actualice sus controladores de gráficos antes de intentar la instalación nuevamente (aunque esto puede requerir que ya tenga un sistema operativo en funcionamiento).
* Pruebe una salida de video diferente: Cambie a un monitor o puerto de video diferente (por ejemplo, HDMI a DisplayPort).
* Intente arrancar con hardware mínimo: Si es posible, arranque con solo hardware esencial conectado (teclado, mouse, monitor).
3. Vuelva a descargar los medios de instalación: Una imagen ISO corrupta o una unidad DVD/USB de instalación es un culpable frecuente. Descargue el instalador nuevamente desde una fuente confiable y verifique su integridad utilizando una suma de verificación (a menudo un MD5 o SHA Hash) proporcionado junto con la descarga. Cree una nueva unidad USB de arranque o grabe un disco fresco.
Estos tres pasos cubren problemas de software y hardware que comúnmente impiden que los instaladores gráficos funcionen correctamente. Si ninguno de estos funciona, es posible que deba buscar más asistencia basada en mensajes de error específicos o el sistema operativo que se está instalando.