Mientras que las computadoras tempranas eran costosas y engorrosas, los avances tecnológicos condujeron a máquinas más pequeñas, más baratas y más fáciles de usar. Simultáneamente, las aplicaciones de Internet y software que ofrecen beneficios prácticos como comunicación (correo electrónico, redes sociales), entretenimiento (juegos, transmisión) y productividad (procesamiento de textos, banca en línea) hicieron que poseer una computadora doméstica sea cada vez más deseable para una población más amplia.