1. Problemas de software y sistema operativo: Esto cubre una amplia gama de problemas, desde bloqueos y congelaciones hasta errores de rendimiento y aplicación lentos. Estos a menudo son causados por software obsoleto, programas incompatibles, archivos corruptos o infecciones por malware.
2. Hardware Malfunctions: Esto incluye cualquier cosa, desde fallas en los discos duros y los problemas de RAM hasta los componentes de sobrecalentamiento y periféricos defectuosos. Los problemas de hardware pueden manifestarse como un rendimiento lento, pantallas azules de muerte e incluso una falla completa del sistema.
3. Problemas de conectividad: Esto abarca problemas relacionados con el acceso a Internet, las conexiones de red y los problemas de Wi-Fi. La dificultad para conectarse a Internet, las velocidades de descarga lentas y las conexiones inestables pueden interrumpir el flujo de trabajo y las actividades en línea.
Es importante tener en cuenta que estos problemas pueden superponerse y, a menudo, provienen de una combinación de factores. Por ejemplo, un problema de software podría conducir a un mal funcionamiento de hardware, o un problema de conectividad podría ser un síntoma de un problema de software o hardware más profundo.