* Funcionalidad reducida del sitio web: Muchos sitios web modernos dependen en gran medida de JavaScript para características principales. Desactivarlo puede conducir a:
* Diseños rotos: Las páginas pueden parecer malformadas o ilegibles.
* Características no funcionales: Formularios, elementos interactivos (como carruseles de imagen o menús desplegables), barras de búsqueda e incluso la navegación básica pueden no funcionar.
* Contenido inaccesible: El contenido cargado dinámicamente (artículos, videos, etc.) no aparecerá.
* Incapacidad para enviar formularios: Esto le impide completar transacciones, suscribirse a cuentas o contactar sitios web.
* Animaciones rotas y efectos visuales: Los sitios web pueden verse aburridos y estáticos.
* Experiencia de usuario deficiente: La experiencia de navegación web se vuelve frustrante y engorrosa debido a las limitaciones enumeradas anteriormente.
* Riesgos de seguridad (irónicamente): Si bien deshabilitar a JavaScript a veces se promociona como una medida de seguridad, irónicamente puede aumentar su riesgo. Ciertas características de seguridad y protecciones implementadas por sitios web utilizan JavaScript. Desactivarlo puede dejarte vulnerable a algunos ataques.
* Incapacidad para usar aplicaciones web: Muchas aplicaciones web, como Gmail, Google Docs o juegos en línea, simplemente no funcionarán sin JavaScript.
* Dificultad con el diseño web moderno: Los sitios web modernos están diseñados con JavaScript en mente. Desactivarlo los hace significativamente más difíciles de usar.
En resumen, si bien deshabilitar JavaScript podría ofrecer * algunos * beneficios de seguridad teóricos (aunque mínimos y a menudo superados por los inconvenientes), la gran mayoría de los sitios web están diseñados para trabajar con él. Desactivarlo limita severamente la funcionalidad y dificulta mucho la navegación web. Generalmente no se recomienda a menos que tenga una razón técnica muy específica y comprenda las consecuencias significativas.