* Modelo de seguridad menos estricto: El modelo de seguridad de IE8 era menos sofisticado que el de los navegadores posteriores. No tenía el mismo nivel de protección contra scripts maliciosos o complementos que podrían alterar la configuración sin el consentimiento explícito e informado del usuario.
* Gestión de complementos menos controlada: Los complementos y las barras de herramientas en IE8 tenían más latitud en la modificación de la configuración del navegador. Si bien hubo algunas salvaguardas, fueron menos efectivos para evitar cambios no autorizados en el proveedor de búsqueda predeterminado en comparación con las versiones posteriores.
* Falta de gestión integral del permiso del usuario: IE8 no requirió constantemente la aprobación del usuario para cada cambio de configuración, lo que facilita el software o sitios web de Rogue alterar sutilmente al proveedor de búsqueda.
En resumen, el enfoque más permisivo de IE8 para la gestión de complementos y una arquitectura de seguridad menos rigurosa lo hicieron vulnerable a las modificaciones del proveedor de búsqueda predeterminado, incluidos los cambios no deseados impulsados por el malware o el software mal comportamiento. Los navegadores modernos abordan estas debilidades con un sandboxing mejorado, modelos de permiso más restrictivos y una protección mejorada contra el código malicioso.