* Actualización de Windows: Una gran actualización de Windows podría haberse instalado durante el fin de semana, que requiere cambios significativos en el sistema. Consulte el historial de su actualización.
* Problemas del conductor: Una actualización del controlador (ya sea automática o manual) podría estar causando conflictos o ineficiencias. Esto es especialmente cierto si instaló o actualizó cualquier periférico recientemente.
* Problemas de disco (disco duro/SSD): Si bien es poco probable si funcionaba bien el viernes, un disco duro fallido o SSD puede mostrar repentinamente la degradación del rendimiento. Ejecute una verificación de disco (ver más abajo).
* Programas de inicio: Los nuevos programas instalados o habilitados automáticamente podrían desacelerar el proceso de arranque. Consulte sus programas de inicio.
* malware/virus: Aunque es menos probable si tiene antivirus, una infección por malware podría consumir recursos durante el arranque. Ejecute un escaneo completo.
* Corrupción del archivo del sistema: Un archivo de sistema dañado puede conducir a tiempos de arranque más largos. Un verificador de archivos del sistema (SFC Scan) puede ayudar.
Pasos de solución de problemas:
1. Verifique el historial de actualizaciones de Windows: Vaya a Configuración> Actualización y seguridad> Actualización de Windows> Historial de actualización. Vea si se instalan recientemente alguna actualización significativa.
2. Ejecute una verificación de disco: Abra el símbolo del sistema como administrador (busque "CMD", haga clic con el botón derecho y seleccione "Ejecutar como administrador"). Escriba `chkdsk c:/f /r` (reemplace" C:"con la letra de la unidad de su instalación de Windows si es diferente) y presione Entrar. Es posible que deba programar el cheque para el próximo reinicio. Esto verifica e intenta reparar sectores malos en su disco duro o SSD.
3. Verifique los programas de inicio: Presione CTRL+Shift+ESC para abrir el Administrador de tareas. Vaya a la pestaña "Inicio". Vea si se habilitan algún programa nuevo o inusualmente intensivo de recursos. Deshabilite los sospechosos temporalmente para ver si mejora el tiempo de arranque.
4. Ejecute un escaneo de malware: Ejecute un escaneo completo con su software antivirus. Considere usar un escáner de segundo opinion (como MalwareBytes) también.
5. Ejecute un escaneo de verificador de archivos (SFC) del sistema: En el símbolo del sistema (como administrador), escriba `SFC /Scannow` y presione ENTER. Esto verifica e intenta reparar archivos corruptos del sistema.
6. Verifique el visor de eventos: Abra el visor de eventos (busquelo en el menú Inicio) para ver si hay algún mensaje de error relacionado con los problemas de tiempo de arranque o controlador. Mire en el sistema y los registros de aplicaciones.
7. Verifique el monitor de recursos: Mientras Windows está arrancando lentamente (si aún puede ingresar a Windows), abra el monitor de recursos (busque en el menú de inicio) para ver qué procesos están consumiendo la mayor cantidad de CPU, disco o memoria.
Si ninguno de estos pasos ayuda, podría valer la pena considerar:
* Restauración del sistema: Si tiene un punto de restauración del sistema antes de que comenzara el problema, intente restaurar su sistema a ese punto.
* bota limpia: Realice un arranque limpio para eliminar los conflictos de software. Esto implica iniciar ventanas con solo controladores esenciales y programas de inicio. Las instrucciones están disponibles en línea a través de una búsqueda.
Si el problema persiste después de probar estos pasos, es mejor contactar a HP Support o un técnico informático calificado. El inicio repentino sugiere un problema subyacente más grave. La edad de la computadora no significa que * debería * ser lenta, pero es importante descartar la falla del hardware.