1
Actualizar los controladores . Fabricantes de GPU , como ATI , Intel y Nvidia , liberan regularmente las actualizaciones de software de sus productos. Dado que los juegos y gráficos se vuelven más complejas , los nuevos conductores permiten a la GPU ajustar y cumplir con estas demandas .
2
Modificar las propiedades de la GPU. Haga clic derecho en el escritorio y seleccione " Propiedades de gráficos " en el menú que aparece. Se abrirá el panel de control de su GPU. Diseños de paneles individuales varían , pero la configuración que desea cambiar se encuentran generalmente en la sección "3D " . Para aumentar la calidad de los gráficos , aumente el nivel de filtrado anisótropo , detalles de sombreado y la calidad de la textura. Para aumentar el rendimiento, reducir estos valores. También puede ajustar estos valores dentro de un juego , por lo general en las " Opciones", " Imágenes " o " Opciones de gráficos " menús .
3
Cierre otras aplicaciones. Su GPU tiene mucho potencial sin explotar. Ya que comparte su poder con el resto de su equipo , el cierre de las aplicaciones innecesarias que pueden dar un juego más suave o experiencia de video sin sacrificar la calidad de los gráficos . En el escritorio, pulse la tecla " Ctrl", " Supr " en rápida sucesión Alt "y " . En la siguiente pantalla , seleccione " Iniciar el Administrador de tareas. " Aparecerá una lista completa de todas las aplicaciones. Haga clic derecho en una aplicación y seleccione "Terminar proceso " para cerrarla . Algunos programas tienen que permanecer activos , por lo que no cierre nada con la palabra "local " o "sistema " al lado de él .