Los adaptadores más antiguos y muy básicos podrían haber funcionado con tan solo 64 MB o incluso menos (aunque esto sería extremadamente limitado en capacidad y solo adecuado para resoluciones muy bajas y gráficos simples). Sin embargo, los juegos modernos o incluso aplicaciones moderadamente exigentes requerirán significativamente más, generalmente a partir de 4 GB y a menudo superan a 8 GB, 12 GB o incluso más para sistemas de alta gama. Los gráficos integrados en las CPU pueden tener solo 1 GB o 2GB de RAM del sistema compartido, limitando severamente el rendimiento.
En resumen, ya no hay un "mínimo" real que sea significativo. Cualquier cosa menos de 4GB se consideraría extremadamente de gama extremadamente baja y restringiría severamente lo que podría hacer.