* Un servidor que se ha desmantelado pero no se ha eliminado correctamente de DNS u otros registros de red: Su nombre aún podría resolverse, pero intentar conectarse fallará. Esto puede conducir a enlaces o aplicaciones rotos mal funcionando.
* Un servidor oculto activamente para fines maliciosos: Esto a menudo se usa en botnets o para alojar actividades ilegales. La presencia del servidor se oculta a través de técnicas como VPN, proxies o utilizando servidores comprometidos como pasos.
* Un servidor cuya existencia solo es conocida por un pequeño grupo de personas: Esto es menos nefasto, pero podría describir un servidor utilizado para pruebas o desarrollo interno que no se ha agregado a un directorio de red más amplio.
* Un servidor Phantom como resultado de una configuración incorrecta o error: Un mal funcionamiento de una red o sistema podría conducir a un servidor aparentemente activo que aparece en registros o escaneos, pero que en realidad no funciona.
En esencia, un "servidor fantasma" implica una discrepancia entre la existencia percibida de un servidor y su estado operativo real. La causa y las implicaciones varían mucho dependiendo de las circunstancias específicas.