En esencia, es un servidor que contiene y distribuye claves de licencia de volumen. Los clientes (computadoras) se conectan a este servidor para activar su software utilizando las claves proporcionadas por el servidor VLK. Esto simplifica la gestión de licencias para organizaciones con muchas computadoras que necesitan el mismo software. En lugar de administrar claves de productos individuales para cada máquina, la organización administra claves centralmente a través del servidor VLK.
El software específico y la configuración de un servidor VLK varían según el proveedor y el programa de licencias. Por ejemplo, Microsoft usa el KMS (servicio de administración de clave) como una forma de implementar un servidor VLK para sus productos.