La premisa básica involucra a los ratones (u otras criaturas pequeñas) tramando un esquema grandioso, elaborado y a menudo hilarantemente poco práctico para derrocar o socavar algo mucho más grande que ellos, generalmente humanos o un sistema social. El humor proviene de la ambición desproporcionada que contrasta con las limitaciones obvias de los conspiradores. Piense en ello como una historia de David y Goliat, pero con los Davids siendo pequeños, peludos e increíblemente ineptos.
No hay una sola "gran trama de ratones" definitiva. Cada instancia es una variación del tema, con diferentes objetivos, métodos y niveles de absurdo. Es un concepto flexible que permite interpretaciones creativas y escenarios cómicos.