En lugar de acariciar, concéntrese en un manejo e interacción suave que respeta sus comportamientos naturales. Proporcionar un entorno seguro y enriquecedor es mucho más importante para el bienestar de un mouse que el afecto físico.
En lugar de acariciar, concéntrese en un manejo e interacción suave que respeta sus comportamientos naturales. Proporcionar un entorno seguro y enriquecedor es mucho más importante para el bienestar de un mouse que el afecto físico.